Mis pies se pelan y enraizan en las grutas de la madre-alma.
Elevo mi corona entre tierras fértiles y exhalo.
Exhalo y crezco hasta besar las nubes con labios de devota.
Construyo un templo con leche y miel y acojo en mi copa a todos.
Soy la madre primordial. La que ve y abraza. Columna con columna.
La que ofrece senos y alimento sabio.
La que acaricia entradas y salidas con aire de oceano.
La que abre puertas entre roces y vigila los sueños, tejidos con membrana de alegría.
Soy la madre viajera. La que después desarraiga y vuela.
lunes, 21 de abril de 2008
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