Por la mañana... En la mañana.... Un amigo de noche sin dormir. Buscamos un tesoro en la playa. La esperanza de una sonrisa, la ternura y la aventura. Encontramos tesoros, encontramos personas, personas que quizás nunca volvamos a ver. El abuelo que repartía sal, el hombre de Madrid sólo y la chica de Gales con sonrisa agradable. Y por último el amigo de noche, con sus besos sorpresa y sus caricias. Encuentros fortuítos. La magia de hablar con desconocidos. Todos vosotros, tesoros de personas, siempre, siempre, estaréis en mí.
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