Ritual de unión

sábado, 30 de octubre de 2010

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Ritual de unión

Todos en círculo, la pareja, la druidesa y los robles en medio, rodeando a la pareja todos.
Druidesa: “Toda la vida, todos los frutos vienen de tí, madre. Te damos las gracias por tus bendiciones y tu abundancia”.
La druidesa echa hidromiel y pan al suelo.
Pareja: “Gracias”

Druidesa: “Cerremos todos los ojos ahora, y agradezcamos a la vida y a la madre Tierra todo lo que nos ha dado”.

Druidesa: “Ahora vamos a conservar este sentimiento de agradecimiento y vamos a imaginarnos un nudo en forma de Ocho, de luz, que une a ________ y _______--- ”.
La Druidesa entrelaza las manos con el lino de la pareja, que tendrá las manos en forma de ocho.

Druidesa: “Agua vital, purificalos. Fuego del amor, quema sus temores, viento del alba, llevalos al altar, Madre Tierra, volvemos a tu hogar. (La druidesa les da agua para beber de una copa y les hace saltar fuego)

Pareja lee:
“No he venido a este mundo
a cumplir tus expectativas.
No has venido a este mundo
a cumplir mis expectativas.
Yo hago lo que hago.
Tu haces lo que haces.
Yo soy yo, un ser completo aún con mis carencias.
Tu eres tú, un ser completo aún con tus carencias.
Si nos encontramos y nos aceptamos,
si nos aceptamos y nos respetamos,
si somos capaces
de no cuestionar nuestras diferencias
y de celebrar juntos nuestros misterios,
podremos caminar el uno junto al otro;
en mutua y respetuosa,
sagrada y compañía
en nuestro camino.



Druidesa: “ Un poco más de imaginación. Cada uno de nosotros echa una semilla a la Tierra y en voz alta, expresa un deseo para ______ y ________, o algo que nos han aportado a nuestras vidas”.

Druidesa: “Guardianes del Este, Sur, Oeste y Norte, poderes del aire, fuego, agua y tierra, os damos las gracias por uniros a nuestro círculo”.

Pareja “Os damos las gracias por vuestra presencia, el círculo, la luz y el amor”.

“Esta unión queda consagrada”.

Samhain 2010

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Saludos a las cuatro direcciones. Este es el comienzo de la mitad oscura de nuestro año. Tras la siembra, la cosecha y recolección nos preparamos para el invierno. Almacenamos, procesamos y descubrimos aspectos de nuestra cosecha, que durante las épocas de mayor claridad, no podían ser asimilados. Es el momento previo a la germinación de la semilla. Como la tierra, nos incorporamos al ciclo de la vida. Preparamos el campo, y elegimos el lugar y tiempo de nuestro nuevo crecimiento. Esperamos pacientemente un nuevo germinar, acumulando conocimiento y vivencia, acumulando los recursos que luego empezaremos a utilizar en el momento de la germinación . Ahora, escuchamos al bosque. Sentimos el contacto de la tierra en su unión con el cielo. Es el momento de sumergirnos en la niebla, en donde vislumbramos las tres puertas. Bajamos al submundo de los seres espíritu y , pasando por el nuestro, para después subir al lugar en dónde se encuentran nuestros ancestros y almas por venir. Un mundo en dónde todo reposa. Las tres puertas y los tres aspectos de la triple diosas o dioses. Nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Meditamos en la muerte y en la transformación de las almas, y honramos a nuestros ancestros. Este es el momento en que ellos nos pueden guiar, reconciliar con algún aspecto de nosotros, o dónde simplemente les dejamos marchar, guiándoles hasta la luz, en el caso de no poder volver. Mantegamos silencio durante unos minutos. ¿Queréis compartir algo desde el corazón con los demás? Cerramos ahora las puertas. Damos las gracias por la lección aprendida, y seguimos recolectando y reuniendo para el proceso del invierno. Damos gracias al epíritu por darnos la oportunidad de tener momentos de reflexión a la luz del hogar, en dónde hallamos nuestro centro y guía, y momentos de expresión y creatividad, dónde germinamos florecemos y expandemos nuestras ramas. Damos gracias por la rueda de la vida. Gracias, gracias, gracias. Que así sea, que así sea, que así sea. Hacemos ahora un compromiso firme a honrar a la tierra, nuestros ancestros y la energía, y crear un lugar más cercano a nuestras raíces primitivas, recuperar el pasado perdido anterior al cristianismo, e incorporar esos símbolos a nuestras vidas actuales. Saludamos a las cuatro direcciones.

Puedes oir mi voz
Puedes oir mi nombre
en la oscuridad
Puedes sentir en la sombra la llamada de la luz
En el útero de la madre esperas el momento de la reencarnación

Sagrada presencia
tu eres
acunada por la voz primordial
Los ecos lejanos nos acompañan a una danza ancestral

Puedes oir mi voz
Puedes oir mi nombre
en la oscuridad
Puedes sentir en la sombra la llamada de la luz
En el útero de la madre, esperas el momento de la creación

Los graneros de la madre,
tu tienes
y compartes y preparas el fuego en el centro de tu hogar
Las canciones de los sabios, golpean mis oídos,
la sabiduría se acerca, con humildad
la rueda gira, lo que era ayer, es ahora, lo que es ahora es mañana


Puedes oir mi nombre
y la rueda de la vida
Puedes oir mi voz
Madre primordial
acercame a tí
al seno de tu vientre
yo oigo cantar
los siglos de los siglos,
en un simple exhalar
se acercan los tambores
de un pasado ancestral
fuego, aire, tierra, agua